Perspectiva
El estilo de Amado
Rodolfo Becerril Straffon
En cada
municipio del estado de Morelos predominan ciertos apellidos; en los pueblos, casi todos los habitantes
tienen un cierto grado de parentesco. Si uno conoce el estado, la sola mención
de un apellido le permite ubicarse en la
geografía estatal. Por ejemplo, en
Mazatepec, al poniente de la entidad, inmerso en la región conocida como tierra caliente, Toledo, Tapia, Orihuela o
Correa son apellidos muy frecuentes.
Amado Orihuela Trejo tiene su raíz en esa región del estado. Si uno
visita el municipio y le quiere localizar, cualquier habitante puede indicar en donde vive o en donde viven
sus familiares. Es pues un morelense de fuerte raigambre. Se le conoce también
en toda la zona cañera y en todas las comunidades agrarias de la entidad. Su
paso como presidente de la Unión local de productores de caña o como presidente
de la CNC, es decir de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos campesinos
lo llevó a recorrer múltiples veces el territorio del estado, le permitió
conversar con los ejidatarios y enterarse de los problemas de la tierra, de la contaminación de sus aguas, del
castigado precio de los productos y del grave problema de la
intermediación. Ingeniero Agrícola de
la legendaria Escuela Nacional de
Agricultura de Chapingo, Orihuela Trejo formó parte de las comisiones dedicadas
al campo cuando fue diputado federal o diputado local.
Amado no es
conocido personalmente en muchos grupos
sociales de Cuernavaca o de la zona conurbada. Tradicionalmente, la clase
política se concentra en la capital de
donde surgen los candidatos al gobierno del estado. Muchas de las críticas de
las que no está exento ningún personaje público se fundan esencialmente en ese
hecho. Otras tienen otra naturaleza. Nadie pone en duda que los espacios de la capital no han sido sus
ámbitos de influencia. Pero ha empezado a penetrar. El evento del viernes
pasado puso en evidencia que tiene en la capital también músculo. La
candidatura la ganó después de un largo proceso en el que su tenacidad y las
circunstancias le favorecieron. Todavía hoy vive las secuelas de las
nominaciones del partido, secuelas que poco a poco se van diluyendo para enojo
de los adversarios. Amado, como se le llama coloquialmente, no es un político
de muchas palabras; tampoco alguien de larga formación académica. Tiene, en cambio, carácter y templanza y
sobre todo, sabe escuchar, mérito poco común. Si se sabe rodear de personas
conocedoras de cada sector y logra resistir a los intereses de grupo, puede
hacer un buen gobierno. Y no hay razones para suponer que no pueda ser así. La
sangre morelense que corre en sus venas le obliga. Ha ido paulatinamente
ganando adeptos. Tanto el partido verde como el PANAL están a su lado. Las
propuestas de alcance social que ha empezado a perfilar son por demás
interesantes: La “efectiva”, tarjeta que permitirá adquirir útiles escolares y alimentos a bajo precio, el “seguro
de vida contra accidentes” para todos los niños en las escuelas del estado, el “programa
de crédito a la palabra para mujeres emprendedoras”, la “eliminación del
impuesto del 2 por ciento a la nómina” entre otros van perfilando un estilo.
Faltarían de conocerse otras propuestas y aquellas que la propia ciudadanía
haga a lo largo de la campaña. La competencia no será fácil. Muchos priístas y
una buena parte de la sociedad se han llevado sus simpatías para otros
personajes que han logrado soslayar sus negativos y hacerles olvidar su pasado.
Es decir, se han ido con la finta y no se han percatado de la cuantiosa
inversión que ha costado ese lavado de imagen. Si Enrique Peña Nieto se alza
con la victoria como muchos esperamos, si México recupera el rumbo, si en el
congreso de la unión el PRI obtiene una mayoría holgada, y Amado y el PRI
obtiene el triunfo como lo indican las
encuestas, mejores tiempos le esperan a nuestro querido estado que no tiene
porque andar importando gobernantes.
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